HEDGE, SALTADORA DEL SETO, VIAJERA DE LOS MUNDOS.

Se vuela o no, que no es lo mismo que tener un desdoblamiento, una visión nocturna o parálisis del sueño, no tienen nada que ver y es habitual que confundan los términos. Ser una Hedge es mucho mas profundo, real y peligroso que todo lo mencionado anteriormente. Hay quienes se fascinan con el Oficio,con el Cerco, almas seducidas por fotografías oscuras y textos incoherentes de máximo misterio. Y se llaman a si mismas Hedge, cuando aún les queda mucho por aprender, asimilar y desvelar dentro de si mismas (si es que se Levanta el Velo ante ellas, algo que no es tan habitual como pensáis) Se puede estudiar el Cerco, ser Bruja Tradicional, pero no ser Hedge. Esto no convierte a nadie ni en mejor ni en peor, simplemente que es distinto, o se es o no se es.

¿Qué es una Hedge sin una hueste de espíritus familiares? ¿Qué es una Hedge sin conocimiento y experiencia del otro mundo? ¿Qué es una Hedge que nunca ha cambiado de forma? ¿Qué es una Hedge que no puede alcanzar el éxtasis? ¿Qué es una Hedge que no puede volar? Obviamente estas son las características de una Hedge.

El Cerco te elige, no lo eliges tu a El, y duele,"No se puede idealizar", en el Cerco mueres y naces a cada momento. Te lleva a la gloria unas veces y en otras te parte la piel en el inframundo.

Somos almas atrapadas en el medio, no del todo espíritu y no del todo humanas.Nos movemos entre pasado, presente y futuro sabiendo que el tiempo es una ilusión no lineal y todo es accesible. Viajamos entre mundos sabiendo que todos son uno y estamos presentes en todos ellos en todo momento. Somos los caminantes de los sueños, cambiamos de forma, tenemos habilidades poderosas, somos videntes,místicas,visionarias, artesanas, sanadoras, canales, botánicas,herbolarias....

Vemos lo que no se ve, escuchamos lo que no se escucha, viajamos a lugares inalcanzables, y experimentamos lo imposible. Vivimos en paradojas dentro de la suspensión de la incredulidad. Aprendemos de la fuente de nuestros ancestros, ellos son nuestros maestros, y los que llenan de notas nuestros Grimorios. El Susurro es nuestra música favorita, sutil y adormecedor, que nos mece y nos envuelve. Bailamos al borde de la daga entre la vida y la muerte, la vigilia y el sueño, la magia y la locura.

Autoras: Sara Hanne Lawless Azabaches Hedge Código de registro: 1808067988045